“…debemos admitir que el carácter de la inconciencia {Unbewusstsein} pierde significatividad para nosotros. Pasa a ser una cualidad multívoca que no permite las amplias y excluyentes conclusiones a que habríamos querido aplicarla. Empero, guardémonos de desdeñarla, pues la propiedad de ser o no conciente es en definitiva la única antorcha en la oscuridad de la psicología de las profundidades”.
Estas palabras finales, del primer capitulo de El yo y el ello, serán el punto de partida de una lectura que, en un recorrido por distintos textos freudianos, permita precisar el concepto de inconsciente.