¿Para qué un psicoanálisis?
(…) es que somos seres que funcionamos en tanto parlantes, y el lenguaje es un instrumento que sirve esencialmente para crear diferencias (Bolaños, 2015, 73).
El desfasaje ineliminable entre lo que se espera y se encuentra, se anhela y obtiene, nos lleva a delimitar la necesidad de privilegiar ciertos objetos sobre otros en el trabajo con alguien, a los fines de poder instalar posibilidades de decisión frente al malestar individual.
Si allí se ubican las coordenadas del quehacer analítico, ¿para qué un psicoanálisis? será un interrogante que nos guiará en el presente espacio, con el objetivo de producir elementos que posibiliten un decir en la época.