Fundación Salto inicia su quehacer, en el año 2012, en Córdoba, Argentina, con el propósito de poner en valor la causa del psicoanálisis, estableciendo como objeto, la tensión entre la salud mental y el trabajo de lo mental. Es decir, entre el sistema que se ocupa de tratar la mente y aquellos que deben portarla.

Dicha fundación tiene su antecedente en el año 2007, cuando un grupo de licenciados en psicología y médicos psiquiatras, se reunían en pos de una serie de trabajos de investigación breve en psicoanálisis, a partir de los cuales se pretendía alcanzar producciones fragmentarias, donde el detalle se privilegiaba por sobre el trabajo de sistematización tradicional. Este modo de trabajo se extendió durante dos años. Sus referencias eran, principalmente, los textos de Jacques Lacan. En ese tránsito, fueron pilares fundamentales nombres tales como el de Germán García y el de Oscar Masotta.

Inquietaban por aquellos años, preguntas como: ¿qué lugar para el psicoanálisis hoy?, ¿qué lugar para el psicoanálisis en nuestras latitudes? En busca de posibles respuestas, estudiaron, además, historia del psicoanálisis, políticas implementadas en salud mental, educación, manuales de clasificación, ciencias cognitivas, terapias cognitivas, psiquiatría clásica, psicofarmacología, lógica, filosofía, epistemología, matemática, cibernética, computación e inteligencia artificial.

Algunos de dichos profesionales, trabajaron, en función de aquellos intereses, en distintos proyectos de investigación, otros en actividades de docencia y, la mayoría, en la práctica clínica de diversas instituciones de salud mental de la provincia de Córdoba.

Fundación Salto se presentó en lo social, sosteniendo que la salud colectiva, impulsada desde los espacios de salud mental, conducía al necesario sostenimiento del orden público, pero, justamente por ello, no a ocuparse del sufrimiento de cada ser hablante. Es la distancia ineludible entre la estructura y el detalle. En dicha fundación, se buscó hacer valer el hecho de que, para pasar de un elemento a otro, es imprescindible realizar un salto, pues ambos lados, habitualmente no se tocan. Es en ese espacio comprendido entre dichos puntos, donde se produce, inevitablemente, la caída de cada uno. La evitación permanente de esta fragmentación que se presenta en lo social es lo que en Fundación Salto se pretendió interrogar. Del mismo modo, fue necesario trabajar de qué se trata ese salto.

Un proyecto institucional implica una decisión frente a las otras formas de funcionamiento. Por ello, en Fundación Salto, se entiende que será la investigación, en primer lugar, la que permita estar a tono con lo planteado. Se buscará, así, a partir de la escritura, transmitir una relación a la ciencia como modo de acción formal (no como técnicas de adecuación al contexto actual) y como forma de diferenciación radical de un abordaje terapéutico. Se enseñarán, siempre, y ese es el compromiso adquirido, los saldos obtenidos.

Por ello, es que no se trata de una asociación de profesionales que pretenden enumerar modos determinados de abordar el todo social y rehabilitar su funcionamiento, sino que se procurará, por añadidura, obtener, en cada ocasión, una valía frente a lo que se padece como costo. En definitiva, si se realiza un salto, es para que se inicie una contabilidad nueva en el bien común.

AUTORIDADES

Presidente
Julieta Lucero
julietaluceroneirotti@gmail.com

Vicepresidente
Pablo Biassoni
biassoni@gmail.com

Secretaría
Natalia Losano
losanonatalia@gmail.com

Tesorería
Carolina Ballesteros
cnballesteros@gmail.com

Vocal
Javier Bolaños
javierbolanos@javierbolanos.net

Vocal
Florencia Bernthal Raz
fbernthalraz@gmail.com

Membresías

Miembro Benefactor
50% de descuento en los aranceles de las actividades de la Fundación Salto.

Miembro Honorario
Participación, exceptuada de arancel, en las actividades de la Fundación Salto.

Miembro Activo
Participación, exceptuada de arancel, en las actividades de la Fundación Salto.