Ficciones reales
Sobre la materialidad en juego en un psicoanálisis.
“Por entidades ficticias, se entiende aquí no sólo las que se representan con el nombre de fabulosas, es decir imaginarias (…) La suposición de una realidad verbal a estas entidades ficticias es una suposición sin la cual la materia del lenguaje nunca se hubiera podido formar (…) Ficticias como son, no se podría hablar de entidades de esa descripción si no se hablase de ellas como reales” (Bentham, 2005 (1814-16), 183-4).
“(…) es precisamente ese pasaje de la escena al mundo, por lo cual por otra parte era tan útil que, en las primeras fases de este discurso sobre la angustia, yo les planteara esa distinción esencial de los dos registros del mundo: el sitio donde lo real se precipita a esa escena del Otro donde el hombre como sujeto tiene que constituirse, tiene que tomar lugar como aquel que porta la palabra, pero que no podría portarla más que en una estructura, tan verídica como se postule, que es estructura de ficción” (Lacan, 2004 (1963), 5).
“Con esa materialidad se trabaja en psicoanálisis: con ficciones reales (al estilo benthamiano) solo que, a partir de Jacques Lacan, en psicoanálisis se opera con un real que acontece en el sistema (de ficciones) pero no forma totalmente parte de él. Justamente porque el individuo goza es que algo, inevitablemente, no encaja” (Bolaños, 2017, 7).