Hacia el próximo curso del Instituto de la Fundación Salto
Aproximaciones sobre el autismo. En torno al error de oponer la soledad y el lazo.
“Hay un punto común en estas dos estructuras de la
psicosis y el autismo: (…) es que el niño se muestra de entrada sensible a la exterioridad, ya sea en el remolino de significantes en el cual está inmerso, o ya sea más
precisamente en los fonemas que toma prestado del Otro por el goce de “lalengua”” (Lefort, R., Lefort, R., 1997, 12).
“El drama autístico se resumiría así: dejarse morir o
hacerse el muerto no vale para nada no haber nacido. Siempre es demasiado tarde para no ser”
(Calligaris, 1987, 29).
“(…) son niños que están como perseguidos por los signos de la presencia del Otro, y muy especialmente por dos objetos, la mirada y la voz. [Porque] acá el sujeto es un puro significado del Otro. (…) los niños autistas son sujetos pero no enunciadores. Su posición respecto al Otro consiste por lo tanto en tratar de mantener una especie de homeostasis, en detener la dialéctica de la palabra, en mantenerse dentro de la relación con una o dos demandas esteriotipadas, repetitivas, sin enunciación“ (Soler, C., 2004, 68, 71).