El bibliotecario está leyendo a Lacan

“He planteado la pregunta más de una vez, le doy vueltas, pero lo seguro es que allí se encuentra el acento de ese justo decir que trato de enunciar en la medida en que en otra parte tomo sin duda apoyo en la escritura, pero que es del lado de la escritura que se concentra aquello donde trato de interrogar acerca del inconsciente cuando digo que el inconsciente es algo en lo real.

He dicho saber, por otro lado, pero también señalé que si esa dimensión de saber toca en los bordes de lo real, que ha de ser captado, jugado con lo que yo llamaría los frunces, los bordes de lo real, es por cuanto doy fe a que sólo la escritura soporta como tal a ese real que puedo decir algo que está orientado simplemente, simplemente orientado”. (Lacan, Versión Íntegra, 172).

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